Jorge Drexler está entre los centenares de cantautores disfrutables que no han hecho nada por romper los esquemas de la música y empujar sus límites, dedicándose en cambio a hacer lo que mejor les sale, sin deterse a pensar si es anacrónico o si ya se hizo antes. Son cantautores que priorizan hacerlo BIEN antes que hacerlo NUEVO. En el mejor de los casos este tipo de grupos logran inyectarle un cachetazo de frescura a un género viejo, adormilado y en declive, caso Franco de Vita o Ricardo Montaner: no inventaron nada nuevo, pero resucitaron de alguna manera espíritus del pasado que andaban medio dormidos. Otros logran investir con una personalidad propia aquello que hacen, caso Rubén Blades o Carlos Vives, que si bien tampoco inventaron nada nuevo, tienen un sonido inconfundible de acá a la China. Drexler, lamentablemente, no cuadra con ninguna de las dos salvedades mencionadas, por lo tanto queda reducido a lo mínimo: un cantautor que hace lindos temas y nada más. Obviamente hacer lindos temas es lo más importante, lo principal, pero lo cierto es que Drexler no es el único interprete capaz de hacer lindos temas; es solo uno más.
Categoría: Sureños
La Ley
/
Formación (Original)
- Alberto Beto Cuevas Voces
- Andrés Bobe (+) Guitarras
- Luciano Lucho Rojas Bajo
- Mauricio Perrín Clavería Batería
Ultima
- Alberto Beto Cuevas Voces
- Pedro Frugone Guitarra
- Archie Frugone Bajo
- Mauricio Clavería Batería
Actual
- Beto Cuevas Voces
- Pedro Frugone Guitarra
- Mauricio Clavería Batería
Ex- Integrantes
- Rodrigo Aboitiz Teclados
- Zeta Bosio (Ex-Soda Stereo) Bajo
Introducción
Dicen que La Ley es (o fué) la mejor banda de la actualidad. Dicen. Ciertamente los tipos gozan del beneplácito de la crítica especializada, tienen bastante prensa, venden gran cantidad de álbumes y una inmensa legión de fans los sigue dondequiera que toquen. ¿Está esto justificado? ¿Valen realmente la pena estos chilenos radicados en México? Porque ustedes ya conocen aquel repetido cuento de tantas bandas de rock actuales rodeadas de un hálito publicitario gigantesco, mucho mayor del que se merecen. Esas bandas que ganan grammys, que todo el mundo alaba y cuyos temas saturan las radios y la MTV pero que en el fondo son bastante malas o, en todo caso, menos buenas de lo que se anuncia. Maná, Molotov, Ricky Martin, Ricardo Arjona, Control Machete, Kabah, Plastilina Mosh, Kudai, Rebelde… solo por nombrar algunos ejemplos. En la escena musical actual parecería que cuanto más prensa se tiene, más grammys se ganan, peor es el grupo/artista. ¿No? Continuar leyendo «La Ley»