Franco de Vita

INTRODUCCIÓN

Franco Atilio de Vita de Vito (Vaya nombrecito, ¿No?). Un cantautor surgido de la era del 1 x 1 después del Viernes Negro reconocido mundialmente por sus composiciones interpretadas en la voces de cantantes de gran renombre internacional como Ricky Martin, Chayanne y Enrique Iglesias (Creo que aquí voy a vomitar jajaja) se ha hablado de sobra y basta de él hasta el cansancio ¿No?

Pero viendolo en retrospectiva el músico ítalo-venezolano es un comemierda engreído que exagera sus virtudes en vivo con demasiadas ínfulas de salvar a el mundo (Tal cual lo haría Bono de U2) que no tiene mucho interés en disimularlo cuando hace entrevistas. Tal vez lo haga para promocionarse o quizás Franco crea realmente que está ahí para salvar el mundo, la cuestión es que veces el autobombo que ensaya es mucho más grande que su música, cosa que tiende a irritar mucho. La imagen de Franco está diseñada para que lo veamos grande e importante en todo momento. En sus declaraciones de prensa, en la infraestructura mastodóntica de sus shows, en el sonido aplastante de sus discos, en la factura populista de sus canciones, en los mensajes universalistas de sus letras, en las posturas exageradas sobre el escenario, en las campañas políticas que lidera Franco para enseñarle al mundo cómo se debe vivir… en TOOODOS los aspectos posibles, Franco se ha construido a si mismo como un INMENSO artista, que no perderá ni presencia, ni carisma, ni importancia aunque siga publicando álbumes irrelevantes como los últimos cuatro cada cinco o seis años. Cuando se trata de Franco, uno lo que siempre desea es que bajen un poco los humos y se muestre como un artista inteligente, humilde y cool que no necesite andar recordándole a todo el mundo lo grande que es para efectivamente serlo. Esa pose pretenciosa, mesiánica, onda cambiemos-el-mundo puede resultar sumamente despreciable al principio, especialmente para escépticos como yo que se sienten más identificados con personalidades más irónicas, como Melissa, o Guillermo Dávila. Pero no le podemos pedir peras al olmo; Franco es un artista directo y sincero que canta sobre los padres irresponsables (No Basta, Somos Tres), al turismo de nuestro país (Al Norte del Sur), a las realidades de nuestro continente (Esto es América), a los homosexuales (Rosa O Clavel), a las mujeres maltratadas (Un Extraño en mi Bañera) o a los músicos frustrados (Louis) no crea ficciones, ni sátiras, ni personajes imaginativos y que realmente cree en la música como una fuerza capaz de transformar la vida de la gente. Es cuestión de acostumbrarse.