Introducción
¡Madre Santísima! ¿Quien es este tipo? ¿El Anticristo en persona? ¿El Silbón con greñas y ropa de cuero? Nahh, es nada mas y nada menos que Paul Silvestre Gillman, un personaje tan amado como odiado (entre ellos yo me cuento) en el ámbito del rock en Venezuela.
Este caraqueño de nacimiento y radicado en Valencia (La capital del rock venezolano por excelencia) es un personaje muy peculiar que da mucha tela que cortar por aquí.
Mi costado artístico lo felicitaría por ser un personaje resistente en el efímero mundo de la música y de las modas trayendo rock a Venezuela tanto como solista como cuando estaba con su grupo Arkangel, dándole identidad propia mezclandolo con leyendas folclóricas (escuchen discos como el Silbón o temas como el Dr. K-noche y sabrán a lo que me refiero) y haberlo llevado a las grandes masas (estuvo en tiempo en reconocidos canales venezolanos como RCTV y Venevisión, participando en este último muchos programas como en el ahora infame Sábado Sensacional).
Mi costado empresarial también lo felicitaría, por tener buen olfato en los negocios, manteniendo buenos programas en donde se exhalta el buen rock n roll como el desaparecido Garage de Gillman en Venezolana de Televisión o el programa Cultura Rock en el polémico canal Tves, Así como igual haber organizados los Gillmanfests (Equivalentes a los Ozzfest del ahora mediático Ozzy Osbourne) en que grupos de música extrema de greñudos comegato con franela e’ monstruo se presentan ante un gran público que los adora y estima.